Como entrenar con dos perros a la vez
Como bien sabréis en casa practicamos Agility, deporte canino en el que aquí la humana guía a Django a través de un circuito con obstáculos que el piojo ha de saltar, subir, bajar… y todo en el menor tiempo posible. Llevamos entrenando esta disciplina desde hace 5 años y nos encanta!!
El Agility es un deporte que tiene la capacidad de crear un vínculo increíble con tu amigo, la complicidad es máxima y aporta a ambos (humano y perro) una unión inquebrantable. Aunque esta misma definición es aplicable a muchos aspectos de la convivencia con nuestros amigos peludos, con este deporte es, aun si cabe, mucho mayor.
Las horas de entreno, el juego, las sesiones de obediencia, los logros, las frustraciones, el tiempo dedicado, las miradas y los gestos entre ambos, las victorias y las derrotas, los km recorridos uno junto al otro… todo esto lo convierten en una forma de entender este binomio de humano/perro – perro/humano como algo único.
Pues bien, después de 5 años y cuando Django está a punto de cumplir los 8, he decidido ampliar la familia perruna con una bolita blanca y negra que me lleva de cabeza. Esta Border Collie llamada Ygritte (en honor al personaje de la saga Juego de Tronos; la salvaje pelirroja más allá del muro), ha llegado a casa para revolucionarme la vida y por supuesto darme las mismas alegrías y frustraciones en el Agility.
Índice
1. ¿Es posible educar/entrenar a dos o más perros a la vez?
Sí, es posible. Es más, es incluso conveniente en muchos casos pues, no todos los perros tienen las mismas capacidades de aprendizaje ni concentración, de forma que entrenar juntos les hace aprender mucho más rápido gracias a sus sentidos de asociación e imitación.
A los que compartís vuestra vida con más de un perro, seguro que os habrá sorprendido como entre ellos adoptan costumbres y comportamientos similares. De igual modo que cuando llega un peludo a casa, más si es cachorro, varios aspectos de su conducta y aprendizaje los tomará del perro que ya viva en casa, tanto los buenos como los malos (eso es así 😉 )
Lo que nos lleva a confirmar que entrenar a dos o más perros a la vez no solo es posible sino que además es muy positivo.
2. Influye que sean de distintas razas o mestizajes
Por supuesto, no debemos obviar que hay razas o mestizajes, incluso individuos, con aptitudes distintas, por poner un ejemplo, no es lo mismo un Border Collie, un Pastor Alemán o un Pastor Belga que un Boxer, un Bulldog o un Carlino. Sin ánimo de ofender a ninguna raza o mestizaje por supuesto, pero son animales con aptitudes y capacidades distintas.
No es que unos sean más listos que otros, esa no es la conclusión, sencillamente hay perros que debido a la selección de la raza y el cuidado en las líneas de sangre tienen mayor predisposición al «trabajo» y por tanto mayor poder de concentración y asociación de conceptos.
Debemos recordar que los perros aprenden básicamente por asociación, por eso es tan importante el enseñarles de manera que ellos asocien qué deben hacer cuando nosotros les pedimos algo. No les ordenamos hacer algo, dejamos que ellos deduzcan qué es lo que queremos que hagan y cuando aciertan ¡premiamos!
Por tanto, si tenemos perros muy distintos, deberemos tener en cuenta la dificultad de nuestros ejercicios con cada uno de ellos. Si bien es cierto, nuestro perro más capacitado hará de buen maestro para el que no lo es tanto, ayudándole a avanzar más deprisa que por el mismo.
3. Antes de entrenar hay que educar
La base fundamental de un buen entrenamiento es la llamada Obediencia, lo que comunmente conocemos como un perro educado.
Debemos considerar que gran parte del entrenamiento requiere de ejercicios en los que es imprescindible mantener la calma, no sobreexcitarse y prestar atención al humano.
¿os imagináis esto posible si nuestro perro es una cabra loca que se distrae con una paloma, saluda a todos sus coleguis del parque o simplemente se pone a olisquear cualquier cosa porque le parece más interesante? Poco se puede entrenar así ¿no?…
Pues pongámonos en el caso de que los dos son así de «dispersos», poco entrenamiento podríamos hacer. En realidad, solo que uno esté disperso ya hace que todo se tambalee pues, como os he dicho antes, los perros imitan y asocian, de manera que a los pocos segundos tendremos a dos bolas de pelo correteando y saltando a sus anchas sin prestarnos ningún tipo de atención.
Es imprescindible que antes de empezar a entrenar o a enseñar trucos y habilidades, asentemos unas bases de Obediencia
Y cuando digo Obediencia no significa que el perro nos deba «obedecer», no es así, la obediencia incluye conceptos como una buena llamada, un quieto, no tirar de la correa, no asaltar a otros perros o personas por la calle, no coger objetos del suelo, estar tranquilo en casa sin ladrar o correr si llaman a la puerta, no morder objetos de la casa…
4. Mi experiencia con Django e Ygritte
Pues supongo que debo empezar diciéndoos que mi andadura en esto del Agility empezó gracias a la tozudez y malos hábitos de Django. Aquí el piojo, cuando tenía 3 años, era puro nervio. Se encaraba a todos los perros, empezaba a marcar a Hulk (mi dulce Bóxer de 40kg). ¡¡¡Al pobre lo tenía frito!!
No podíamos salir sin correa porque se marchaba a explorar y no volvía, por dos veces le perdí y casi me muero. No escuchaba, iba a su bola todo el día y estaba adoptando una posición dominante con todos los miembros de la familia, incluso desafiante podría llegar a decir.
Todo lo bueno que había aprendido de Hulk y algunos ejercicios que le habíamos hecho nosotros los estaba perdiendo por momentos ¡¡¡la fiera había despertado!!! y como buen Jack Russell su tozudez era superior a mis conocimientos.
Se me ocurrió ir a clases de Obediencia y tantear el tema del Agility para ver si podíamos reconducir al enano
5 años después y tras muchas horas de dedicación, frustraciones, entrenar bajo lluvia, viento, frío helador, calor,… se obtienen estos resultados…
Django no ha sido para nada un perro fácil, ya era adulto cuando empezamos, el instinto de rastro y caza lo tiene muy desarrollado por lo que se distrae con facilidad y además es testarudo como él solo, pero aun así os aseguro que nunca hemos tirado la toalla, somos un equipo y debemos apoyarnos el uno al otro. Al final, he aprendido a «jugar» con mi mejor amigo a nuestro deporte favorito.
¡¡Y ahora toca jugar con Django e Ygritte a nuestro deporte favorito!! así es, Ygritte ya tiene 6 meses y desde los 3 estamos trabajando ejercicios de Obediencia para que el día de mañana sea una perrita tranquila y equilibrada. En el Club va haciendo sus primeras mini-pistas jugando y haciendo que sea todo suuuuper divertido porque, ambas cosas no están reñidas con ser un cachorrito feliz.
Así pues, en casa entrenamos tod@s, Ygritte para aprender y Django para reforzar, y en el Club, Django sigue mejorando sus habilidades como perro Agilitysta mientras que Ygritte aprende las bases del Agility con una mezcla de Obediencia, juego, habilidades y vínculo.
Cómo veis, tener un perro es maravilloso, divertido y te llena como ser humano, pero cuando tienes dos te enriquecen de una manera que no te puedes ni imaginar. Cada uno es distinto y cada uno te enseña formas diferentes de hacer y de vivir. Si a eso le sumas entrenar, educar o simplemente pasar tiempo de calidad con ellos… os sentiréis realmente afortunad@s!
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