Perros,  Salud

Leishmaniosis en perros: Un riesgo durante todo el año

Los que me conocéis sabéis que esta enfermedad me toca de lleno pues, llevo luchando contra ella desde hace casi 8 años y, tengo la gran suerte de que Django siempre ha estado bien. Él nunca ha tenido un brote y sus niveles de infección son cada vez menores, sin embargo, eso no significa que baje la guardia.

 

Es por este motivo, que hoy me gustaría hablaros de nuevo de la importancia en la protección y la prevención para que nuestros peludos estén a salvo durante todo el año

 

Como muchos ya sabréis, la leishmaniosis canina es una enfermedad parasitaria grave que puede llegar a ser mortal para los perros. Es una de las enfermedades de mayor seroprevalencia en nuestro país: de hecho, se considera endémica en España y en otros países europeos.

 

Lo que significa que está activa en nuestro país y que tiene un alto grado de infección y transmisión

 

Esta  enfermedad la causa un parásito llamado Leishmania,  dicho parásito llega al organismo de nuestro peludo a través de un insecto muy pequeño, parecido a un mosquito, llamado flebotomo. El flebotomo transmite la leishmaniosis de un perro a otro después de haber picado a un perro contagiado de la enfermedad.

 

 

De modo que, si a nuestro peludín le pica un flebótomo que con anterioridad a picado a otro peludín con la enfermedad, nuestro perro se infectará de Leishmaniosis.

 

Los síntomas más comunes de la leishmaniosis son alopecia, pérdida de peso, sobrecrecimiento de uñas e incluso puede afectar a órganos internos como el riñón. Sin embargo, puede que no se presenten todos, o incluso ninguno, como es el caso de Django.

 

Esto a veces complica mucho su detección pues, si el animal es asintomático, es posible que cuando la enfermedad toque su punto alto sea tarde para actuar. De ahí la importancia de las revisiones anuales con nuestro veterinario y los test rápidos de Leishmania.

 

La leishmaniosis no es solo una enfermedad que afecte a nuestros amigos peludos, es lo que se conoce como una enfermedad zoonótica, es decir, que se puede transmitir de los perros a las personas. Aunque esto solo puede suceder a través de la picadura del flebotomo, insecto que transmite esta enfermedad, y nunca directamente a través del perro.

 

Una razón más para estar atentos en la prevención

 

Si recordáis el título del post veréis que decía: Leishmaniosis en perros: Un riesgo durante todo el año. Así es amigos, la Leishmaniosis ya no es cosa de la primavera y el verano, la costa, las vacaciones o el terraceo durante la puesta de sol… por desgracia, el aumento generalizado de las temperaturas en España (y en el mundo) ha dado lugar a un aumento de la actividad de los flebotomos durante todo el año, incluso en áreas donde antes no existían.

 

 

 

1. El efecto de las temperaturas en los flebotomos

Antes solía asociarse la leishmaniosis canina con la temporada de primavera-verano: esta comenzaba en mayo y se extendía hasta septiembre. Sin embargo, el aumento generalizado de las temperaturas a lo largo de los últimos años (la temperatura en España ha ido aumentando un 0,3% cada década desde los años 60[1]) ha ampliado el periodo de actividad de los flebótomos, pudiendo encontrarlos prácticamente durante todo el año

 

A través de diversos estudios se ha visto que los flebotomos pueden permanecer activos (y seguir transmitiendo la leishmaniosis canina) hasta diciembre[2]

 

[1] https://www.cuerpomente.com/ecologia/aumento-temperaturas-espana-informe-cambio-climatico_7429

[2] https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-57272012000600002

 

Este aumento generalizado de las temperaturas no solo ha prolongado el número de meses en que los flebotomos están activos, sino que también ha aumentado su distribución geográfica llegando a zonas en las que antes apenas se encontraban. En concreto, la prevalencia de flebotomos presenciada en las regiones consideradas más ‘frías’, como Asturias o Cantabria, ha aumentado de manera muy considerable en los últimos años[2],[3].

 

La conclusión es clara: hoy en día, el flebotomo, y como consecuencia la leishmaniosis en perros, es una amenaza en cualquier época del año y en cualquier lugar de España.

 

[3] https://www.msd-animal-health.es/2020/06/04/la-incidencia-de-la-leishmaniosis-en-la-zona-norte-se-acentua-por-el-aumento-de-las-temperaturas/

 

Como su familia, es nuestro deber reaccionar y protegerlos durante todos los meses del año frente a esta enfermedad.

 

 

2. Cómo minimizar el riesgo de leishmaniosis durante todo el año

Hay muchos métodos para minimizar el riesgo de que nuestro perrín sea picado por un flebotomo y contraiga la leishmaniosis, el más común son los collares como el que veis que lleva Django.

 

 

Seguro que más de uno habrá pensado ¿y porque Django lleva un collar contra el flebótomo si ya está infectado? Pues muy buena pregunta!

 

Los perretes que ya han sido infectados por el flebótomo y son positivos en Leishmaniosis siguen siendo un blanco fácil para una nueva picadura. El flebótomo no distingue entre infectados y no infectados, por tanto si le engancha le picará… Lo que significa que ese flebótomo se llevará sangre de Django bien cargadita de leishmanias, y en cuanto pique a otro perrín ¡Le infectará con las leishmanias de Django!

 

¡¡¡Y no queremos eso!!!

 

También puede suceder el caso inverso, que el flebótomo que pica a Django viene de picar a otro perrete infectado como él, y eso no significa que, bueno… como ya tiene la enfermedad no pasa nada, al contrario. Esta nueva picadura inyectará más Leishmanias en el cuerpo de Django y hará que enferme más todavía.

 

Así pues, aunque nuestro peludín ya esté infectado de Leishmaniosis, SIEMPRE debe estar protegido, por él y por los demás

 

Si tenéis dudas y no sabéis por dónde empezar, yo os recomiendo programar una cita con vuestro veterinario y pedirle información sobre el mejor tratamiento para vuestro peludo. Pues hay perros más sensibles que otros a según que tratamientos.

 

Aparte de reducir el riesgo con el uso de productos antiparasitarios, es importante recordar que los flebotomos están más activos durante el atardecer y el anochecer, por lo que siempre recomiendo evitar los paseos perrunos a esas horas y que no duerman en el exterior.

 

Para reproducirse, los flebotomos suelen preferir huecos y grietas como sótanos, basureros o raíces de árboles, porque son húmedos y protegidos. Es muy aconsejable revisar los espacios interiores y exteriores de nuestro hogar e instalar mosquiteras en las ventanas para impedir el paso de los flebotomos al interior de casa.

 

Por último y, como ya he comentado antes, es vital para el bienestar de nuestro amigo, el ir al veterinario al menos una vez al año para que le haga una prueba diagnóstica. Es un pinchacito de nada, como el que nos hacen a nosotros para la medición de azúcar, o de colesterol y, en pocos minutos tendréis el resultado.

 

 

 

 

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