Mi perro tiene miedo a los pertardos
Seguramente si estáis leyendo este post es porque tenéis al menos un peludo en casa que tiene miedo a los petardos. Y es que, si hay humanos que les temen… os podéis imaginar como será para los perros…
Con sus oídos súper poderosos, esos ruidos deben de parecerles monstruos invisibles. Pero, aquí estoy para daros algunos trucos para que vuestros amigos puedan llevarlo de la mejor manera posible.
Índice
1. ¿Porqué tienen miedo a los petardos?
Antes que nada, debemos entender por qué los perros, e incluso, los gatos, reaccionan con tanto miedo a la pirotecnia. La respuesta es que, para ellos, se trata de una amenaza que no pueden identificar ni racionalizar.
Por lo general, los animales con miedo a los petardos a menudo tienen miedo también a los ruidos fuertes como los truenos durante las tormentas, pero hay una diferencia importante: las tormentas pueden anticiparlas gracias a que perciben cambios en la presión atmosférica y el olor del aire.
De forma que, aunque tienen miedo a los truenos, saben a qué le temen: en cambio, los petardos son una amenaza que llega sin previo aviso y, por lo tanto, es mucho más fácil que les haga entrar en pánico.
Hay dos factores que influyen en el miedo a los petardos
- Uno es, evidentemente, que se trata de un ruido fuerte e inesperado
- El otro, es el olor a pólvora. Además, sus sentidos del oído y del olfato son mucho más agudos que los nuestros, por lo que todos estos estímulos pueden ser realmente terroríficos para ellos.
Al asustarse, nuestro peludo nos buscará de manera instintiva: es importante hacerle sentir protegido pero solo cuando lo pida; de lo contrario le estaremos transmitiendo que debería sentirse asustado.
2. Reacciones y propensión al miedo a los petardos
Ante una amenaza inesperada, perros y gatos reaccionan de maneras distintas. Por norma general, los gatos suelen buscar un lugar donde esconderse y esperan hasta que esa amenaza desconocida pase.
Los perros en cambio, suelen intentar escapar de dicha amenaza: por eso es tan importante no dejarlos en espacios abiertos, incluso espacios conocidos como el jardín o patio, porque lo más probable es intenten huir.
Cuando un perro está en casa, su reacción de ansiedad se debe precisamente a la imposibilidad de escapar de esta amenaza invisible
El miedo a los petardos es más complicado de gestionar en los perros ya que su reacción es más imprevisible que la de los gatos. Es más, las reacciones pueden variar según la etapa de su vida: hay perros que empiezan a exteriorizar este miedo de adultos, aunque no lo tuvieran de cachorros; o por el contrario, que lo manifiesten menos en la vejez debido a que su oído y olfato sean menos agudos. También hay perros que se acostumbran mejor, mientras que otros arrastran este miedo toda la vida.
Los estudios han demostrado que ciertas razas son más propensas a sufrir fobia a los petardos (por ejemplo, border collie o shiba inu); por el contrario, los perros de caza pueden sentir una indiferencia total al estar acostumbrados a ruidos semejantes.
Puede que exista un cierto legado genético en el miedo a los petardos, debido a la sensibilidad de los sentidos en cada raza, sin embargo el comportamiento de cada animal es imprevisible: si un perro de raza cazadora nunca ha sido entrenado como tal, puede sentir tanto miedo como cualquier otro.
El miedo a los ruidos fuertes tiene un componente hereditario y otro de socialización, pero se trata de un miedo instintivo y difícil de predecir.
3. ¿Qué podemos hacer para que estén más tranquilos?
Sabiendo por qué temen tanto a los petardos, podemos centrarnos en buscar maneras de crear un espacio seguro para ellos que contrarreste en la medida de lo posible este miedo creando un ambiente con estímulos positivos.
El miedo en los perros es más complicado de gestionar pues como he comentado, esconderse no siempre les tranquiliza y, ante la imposibilidad de escapar, exteriorizan este pánico en forma de comportamientos de ansiedad, destructivos o incluso autolesivos.
Así pues os dejo algunos trucos que en casa nos funcionan muy bien:
- Bajar las persianas y cerrar las cortinas, no sólo para aislar el interior de los sonidos exteriores sino para crear un ambiente de iluminación moderada que resulte tranquilo.
- Actuar de manera calmada en movimientos, gestos, tono de voz…, y evitar un comportamiento inusual como estar constantemente hablándole o acariciándole
- Darle juguetes para masticar o una manta olfativa,… estos objetos son muy útiles para canalizar esta ansiedad y evitar que empiecen a masticarse los pies, a romper cosas o incluso a pelearse.
- A muchos perros les gusta mirar la televisión, así que tenerla encendida con el volumen alto puede distraer su atención del ruido.
- También existen difusores de feromonas, collares y snacks relajantes para perros como los de la gama Adaptil que dan muy buenos resultados.
- El uso de chalecos tranquilizantes como el Thundershirt o el conocido vendaje antiansiedad dan muy buenos resultados ya que se basan en el método Tellington TTouch, que consiste en aplicar una ligera presión sobre los músculos dónde existe tensión acumulada. Provocando una sensación reconfortante que nuestro peludo asocia con nuestras las caricias.
Si queréis saber más acerca de este método aquí os dejo un post que escribí sobre él – https://www.sitandplas.com/vendaje-antiansiedad-y-terapeutico-para-perros/
Estas son algunas recomendaciones basadas en la experiencia con mis peludos. De momento Ygritte lo lleva bastante bien, no es especialmente asustadiza con los petardos ni las tormentas, sin embargo Django siempre ha necesitado algo de ayuda. ¿Y vuestros perros? ¿también necesitan de vuestra ayuda para sobrellevarlo? podéis comentar vuestros consejos 😉