Protección de recursos en un perro
Es posible que hayáis oído el término Protección de recursos en un perro, o es posible que no lo hayáis oído pero aun así hayáis sido testigo como por ejemplo de gruñidos al tocar su comida mientras come, al pasar por delante de su cama o al sentaros en el sofá cerca de él.
Incluso, puede suceder que nosotros mismos seamos un recurso al que nuestro perro desea proteger. Para él somos valiosos y por tanto ladrará, gruñirá y, en algunos casos, incluso podría llegar a morder a un desconocido si interpreta que su intención es agredirnos o causarnos algún daño. Por su puesto nuestro perro puede estar equivocado y generar un problema muy serio a esa persona, niño u otro animal.
Un perro puede aplicar la Protección de recursos con sus juguetes, la comida, las horas de sueño, espacios, su cama, nuestra cama, incluso debajo de nuestra cama…
Podemos encontrarnos con que un perro ejerce la protección de recursos no solamente hacia nosotros los humanos sino también hacia otros perros, ya sean convivientes o conocidos, dando lugar a momentos de conflicto que dañan gravemente la convivencia en casa y la socialización entre ellos.
Por todo esto es importante identificar esta conducta y tratar de reconducirla antes de que pueda convertirse en un serio problema. Veamos entonces que podemos hacer para detectarla y por supuesto, algunos consejos que os ayuden a mejorar esta actitud.
Índice
1. Aprender las señales y leer su lenguaje corporal
No hace mucho os hablé de las señales de calma y ese lenguaje no verbal que tienen los perros, podéis consultar el post en este enlace. Pues bien, en la protección de recursos intervienen varias de estas señales de calma, como por ejemplo quedarse rígidos, inmóviles, girar la cabeza de lado, incluso mirar de reojo y en ocasiones gruñir o incluso arrugar el hocico y enseñar los dientes.
Si se trata de comida pueden poner la cabeza tensa encima del cuenco de comida, llegando a una rigidez completa, como si estuvieran congelados
¿Qué señales son estas que está emitiendo el perro? ¿Qué está intentando decirnos? Normalmente nos está avisando de que desea evitar un conflicto y lo hace utilizando su lenguaje corporal, es decir nos invita a evitar una situación que a él le genera incomodidad.
Es en este momento cuando debemos dejar de hacer de inmediato lo que estemos haciendo y responder a esas señales. Sí la advertencia es hacia otro perro de la casa, éste debería saber interpretar las señales y dar un paso atrás, incluso salir de su campo de visión lentamente, apartando la mirada y girando la cabeza hacia otro lado.
2. ¿Cómo responder a sus señales?
Sin lugar a dudas nos está diciendo que necesita espacio y por supuesto, deberíamos dárselo. Conocer el lenguaje del perro y las distintas señales de calma es importante para entender lo que está necesitando y evitar el enfrentamiento.
Entrar en conflicto con él solo nos puede traer problemas y es arriesgarse a una posible agresión por su parte, es decir, un mordisco
Para corregir esta conducta debemos evitar el vocabulario tanto verbal como gestual que implique autoridad y enseñar a nuestro amigo a solucionar esta conducta de una manera no agresiva. Adelantarnos a su estado de ánimo y reeducarlo en positivo para que en futuras ocasiones sepa como gestionarse, relajarse y poco a poco desaparezca esta protección de recursos.
3. ¿Cómo le enseñaremos a corregir esta conducta?
Tras una agresión tan grave como un mordisco el vínculo se rompe, es decir la confianza, la afinidad se pierde, y esto no debemos dejar que suceda, ya sea con nosotros los humanos como sus compañeros peludos.
El vínculo es el mayor tesoro que siempre debemos preservar, es la base de la relación con un perro
Cuando un perro tiene un conflicto no conoce demasiadas estrategias no agresivas para solucionarlo, por lo general avisará un par de veces con gruñidos, por ejemplo, y a la tercera, si no lo hemos entendido, utilizará señales más rudas que conocemos como señales de agresión; erizando el pelo del lomo, adoptando la posición de ataque o por último morderá.
Hay perros que no siguen esta pauta al 100%, siendo mucho más reactivos. Son aquellos que que se saltan todos los pasos previos de las señales de calma lanzando directamente una dentellada
De modo que la mejor manera de afrontar la protección de recursos es adelantarnos a esta situación, y para ello necesitaremos únicamente tres palabras: «Sitio», «Deja» y «Suelta», veamos cómo y cuando utilizar dada una de estas palabras dependiendo del momento y del recurso.
4. ¿Cómo y cuando aplicar «Sitio»?
Antes de nada deciros que antes de aplicar la palabra en cada situación debemos enseñársela a nuestro perro, primero en situaciones fáciles, sin distracciones ni estímulos externos, solo él, vosotros y chuches, muuuuuuuuuuuuuuchas chuches ¿que perro no adora las chuches? jajajaja
Lo primero es enseñarle que su cama, su jaula o trasportín (dónde duerme y descansa la mayoría del tiempo) es su sitio y por tanto la palabra «Sitio» le está indicando que debe ir hacia allí y quedarse tranquilo y relajado.
En mi caso, cuando a Django le digo «A dormir», él ya identifica que debe ir a su cama así que, baja la colita, gira la cabeza hacia la cama y con pasitos lentos y tranquilos va para allá y se tumba en «su espacio». Y remarco «su espacio» porque eso es lo que es su cama, un lugar donde él sabe que está protegido, a gusto, donde encuentra la calma y el descanso tanto mental como físico que necesita.
Esto es lo que buscamos en este momento, que «Sitio» sea la manera de decirle que debe ir a descansar y relajarse, que está todo controlado, que nosotros nos encargamos de todo y que él solo debe tumbarse en su espacio personal
Podemos aplicar «Sitio», «A dormir», «Cama»… lo que nos sea más cómodo o a lo que estemos acostumbrados, la cuestión es que nuestro peludo sepa que cuando le decimos esta palabra debe ir y quedarse allí tranquilo pase lo que pase.
Esto nos sirve para cuando viene el pizzero a casa (comiiiiiiiiiiiiiiiida), cuando llaman al timbre, cuando queremos que se baje del sofá, cuando está nervioso, ha gruñido, ladrado,… o cualquier otro tipo de conducta impropia de una convivencia pacífica y equilibrada.
5. ¿Cómo y cuando aplicar «Deja»?
«Deja» sería aplicable a esos momentos en que nuestro amigo la está liando, o cuando está obcecado en algo, o para cuando no deja de saltar y morder ese juguete tan molón y da tumbos por todo el comedor como una cabra loca desde hace demasiado tiempo, o cuando olfatea de manera obsesiva… son situaciones en las que queremos, necesitamos o él mismo necesita por su salud dejar de hacer lo que está haciendo.
Es un para, un estate quieto, un ya está, un deja de liarla y relájate porque se ha de terminar.
Con un buen «Deja» y un «Sitio» podemos hacerle el perro más equilibrado, tranquilo y relajado del mundo, un off en estado puro. Podemos hacer que su predisposición a la protección de recursos prácticamente desaparezca.
Un perro que esté muy activo, inquieto, con las revoluciones por las nubes o con un nivel de excitación mental elevado es mucho más difícil de controlar y prever. Por supuesto que es bueno que desfoguen esa energía pero siempre con unos límites y asegurándonos de que no traspase la línea del descontrol.
En casa los perros, corren juntos, juegan, se persiguen, se revuelcan y mordisquean, sueltan gruñidos… pero hay momentos en los que se suben de revoluciones y parecen una bola de dos muñecos animados que brincan, ladran, suben al sofá, rebotan en las puertas… y como te pille por medio se te lleva por delante!!! Es en este punto cuando un «Deja» se hace imprescindible.
¿Jugar? sí, pero con control 😉
6. ¿Cómo y cuando aplicar «Suelta»?
Como ya os podéis imaginar… «Suelta» es dame eso, dame el juguete, dame el calcetín, la zapatilla, dame eso que tienes en la boca o entre las patas.
Es posible que al principio os cueste un poco pero ¡con comida todo es posible! cuando relacione que si suelta eso le damos una chuche soltará en cero coma!!
Un buen «Suelta» nos ayudará muchísimo en la prevención de la protección de recursos hacia los juguetes u objetos que para él son valiosos. Si no hay objeto no hay conflicto.
Django por ejemplo responde a la palabra «Autch» y he llegado a recuperar huesos apetitosíiiisimos, pelotas y demás cosas hiper-valiosas para un perro.
No hay que tirar o arrancar el objeto de la boca, tan solo sujetarlo firmemente y con la otra mano enseñarle el premio, decir «Suelta» y esperar a que el instinto haga el resto… practicando unos 2 minutos al día veréis que los resultados son increíbles!!
Todas estas palabras, «Sitio», «Deja», «Suelta»… no son más que un entrenamiento para que el día de mañana nuestro perro sea capaz de autogestionarse y adelantarse a los posibles conflictos. Debemos empezar a trabajarlas antes de que sucedan los acontecimientos para que así, el día en que lo hagan podamos anticiparnos y hacer que nuestro amigo no llegue a entrar en el estado de ánimo que le provoca el conflicto.
Por ejemplo, si minutos antes de que llegue el pizzero a casa le decimos a nuestro amigo que se tumbe en su «Sitio», una vez llame al timbre ni se moverá, estará tranquilamente tumbado en su camita. Este es el objetivo y creedme que no es difícil de conseguir, solo requiere de constancia, dedicación y unos pocos minutos al día de entrenamiento en positivo 😉
Vuestro perro os lo agradecerá pues, su vida es mejor si la vive desde el equilibrio gracias a una armonía mental y emocional. Un perro equilibrado es un perro feliz.
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